La exposición a la radiación ultravioleta (UV) es el factor
de riesgo principal para la mayoría de los cánceres de piel. La luz solar es la
fuente principal de la radiación ultravioleta. Las lámparas y camas
bronceadoras también son fuentes de radiación ultravioleta. Las personas que se
exponen mucho a los rayos UV procedentes de estas fuentes tienen un mayor
riesgo de cáncer de piel.
Aun cuando los rayos UVA y UVB constituyen sólo una pequeña
porción de los rayos solares, estos son la causa principal de los efectos
dañinos del sol en la piel. Los rayos UV dañan el ADN de las células de la
piel. Los cánceres de piel comienzan cuando este daño afecta el ADN de los
genes que controlan el crecimiento de las células de la piel.
Hay tres tipos
principales de rayos UV:
Los rayos UVA envejecen a las células de la piel y pueden
dañar el ADN de estas células. Estos rayos están asociados al daño de la piel a
largo plazo tal como las arrugas, pero también se considera que desempeñan un
papel en algunos tipos de cáncer. La mayoría de las camas bronceadoras emiten
grandes cantidades de UVA que según se ha descubierto aumentan el riesgo de
cáncer de piel.
Los rayos UVB tienen un poco más de energía que los rayos
UVA. Estos rayos pueden dañar directamente al ADN de las células de la piel, y
son los rayos principales que causan quemaduras de sol. Asimismo, se cree que
causan la mayoría de los cánceres de piel.
Los rayos UVC tienen más energía que otros tipos de rayos
UV, pero no penetran nuestra atmósfera y no están en la luz solar. No son
normalmente una causa de cáncer de piel.
Tanto los rayos UVA como los UVB pueden dañar la piel y
causan cáncer de piel. Los rayos UVB son causantes más potentes de al menos
ciertos cánceres de piel, pero hasta donde se sabe, ningún rayo UV es seguro.
La potencia de los
rayos UV que llega al suelo depende de un número de factores, tales como:
Hora del día: los rayos UV son más potentes entre 10 a.m. y
4 p.m.
Temporada del año: los rayos UV son más potentes durante los
meses de la primavera y el verano. Este es un factor menos importante cerca del
ecuador.
Distancia desde el ecuador (latitud): la exposición a UV
disminuye a medida que se aleja de la línea ecuatorial
Altitud: más rayos UV llegan al suelo en elevaciones más
altas.
Formación nubosa: el efecto de las nubes puede variar, ya
que a veces la formación nubosa bloquea a algunos rayos UV del sol y reduce la
exposición a rayos UV, mientras que algunos tipos de nubes pueden reflejar los
rayos UV y pueden aumentar la exposición a los rayos UV. Lo que es importante
saber es que los rayos UV pueden atravesar las nubes, incluso en un día
nublado.
Reflejo de las superficies: los rayos UV pueden rebotar en
superficies como el agua, la arena, la nieve, el pavimento, o la hierba, lo que
lleva a un aumento en la exposición a los rayos UV.
El grado de exposición a la luz ultravioleta que una persona
recibe depende de la intensidad de los rayos, del tiempo que la piel ha estado
expuesta y de si ésta ha estado protegida con ropa o bloqueador solar.
Las personas que viven en áreas donde están expuestas todo
el año a la luz solar intensa tienen un mayor riesgo de cáncer de piel. Pasar
mucho tiempo a la intemperie por motivos de trabajo o recreación sin protegerse
con ropa y loción anti solar aumenta su riesgo.
También puede ser importante el patrón de la exposición. Por
ejemplo, las quemaduras frecuentes en la niñez pueden aumentar el riesgo de
algunos tipos de cáncer de piel muchos años o incluso décadas después.
El cáncer de piel es una de las consecuencias de mucha
exposición al sol, pero también hay otros efectos. Las quemaduras y los
bronceados son los resultados a corto plazo de la exposición excesiva a los
rayos UV, y son señales de daño a la piel. La exposición prolongada pueden
causar envejecimiento prematuro de la piel, arrugas, pérdida de la elasticidad
de la piel, manchas oscuras (pecas, algunas veces llamadas “manchas de
envejecimiento” o “manchas del hígado” y cambios precancerosos de la piel (tal
como áreas ásperas, secas y escamosas llamadas queratosis actínica).
Los rayos UV del sol también aumentan el riesgo de una
persona de cataratas y ciertos otros problemas visuales. También pueden
suprimir el sistema inmunológico de la piel. Las personas de piel oscura por lo
general tienen una probabilidad menor de padecer cáncer de piel en comparación
con la gente de piel blanca, aunque éstas aún pueden padecer cataratas y
supresión del sistema inmunológico.
Índice de luz
ultravioleta
Como se indicó anteriormente, la cantidad de luz
ultravioleta que alcanza el suelo en cualquier lugar depende de un número de
factores, incluyendo la hora del día, la temporada del año, la elevación, y la
formación nubosa. Para ayudar a las personas a entender mejor la intensidad de
la luz ultravioleta en su área en un día determinado, el National Weather
Services y la Environmental Protection Agency (EPA) han creado el índice de luz
ultravioleta. Este índice les proporciona a las personas una idea de cuán
intensa es la radiación ultravioleta en el área donde viven en una escala de 1
al 11+. Un mayor número significa un riesgo más alto de exposición a los rayos
UV, y una mayor probabilidad de quemadura solar y daño a la piel que podría en
última instancia conducir a cáncer de piel.
Referencia Bibliográfica
American Cancer Society. (11/Mayo/2015). Que es la radiación Uv. Estados Unidos. American Cancer Society. Recuperado de http://www.cancer.org/espanol/cancer/cancerdepiel-celulasbasalesycelulasescamosas/recursosadicionales/fragmentado/prevencion-y-deteccion-temprana-del-cancer-de-piel-what-is-u-v-radiation
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